+No sé cómo lo haces, pero cuanto más te quiere alguien peor le tratas. - A lo mejor es porque la gente que me decía que me quería es la que más daño me ha hecho. + Tú no sabes lo que es estar con una persona que un día parece estar dispuesta a poner el mundo a tus pies y otro día no quiere ni mirarte a la cara.
Miento cuando me preguntas que tal y te respondo que bien. Miento al decir que te he olvidado. Miento al decir que no me importas. Y miento cuando digo que no te quiero. Sí, quiero creer que mis lágrimas no son por ti. Quiero creer que puedo vivir sin ti. No puedes imaginar lo que me duele darme cuenta de que ese brillo no está en tus ojos cuando te miro, que no me sonríes y apartas la mirada. Darme cuenta de que tus ojos ya no dicen te quiero. Y sí, llámame mentirosa, pero déjame imaginar que soy feliz.
Desde pequeña he estado rodeada todos los veranos y semanas santas de las mejores personas del mundo. Porque todas y cada una de las personitas son importantes, desde las que hace mas de dos años que no ves, hasta la que ves todos los veranos y eso hace que todos los veranos sean especiales .
Y cada momento que pasamos cada uno de esos veranos es diferente a los demás, siempre tienes algo que hacer y algo que contar. Porque cada año se supera y eso me encanta.
¿Te sigue importando?
+No, ya lo he olvidado.
-¿Y por qué tus ojos y tu sonrisa me dicen lo contrario?
+¿A qué te refieres?
-A que te brillan los ojos de tristeza y tu sonrisa se ilumina de felicidad al recordarlo.
+Eso no es verdad.
-¿A, no? ¿Y entonces?
+Mis ojos lloran por la pena que me dio tener que dejar de estar a su lado. Y mi sonrisa se ilumina porque recuerda los buenos momentos y se alegra por que él sea feliz.
-Pero le sigues queriendo.
+No.
-Vuelves a mentir y está vez no me vale la escusa de ‘me alegro por él pero ya no me importa como antes’. Porque no me la creo. Estás enamorada, y mucho. Le necesitas y lo quieres a tu lado. Pero olvídate, no porque él no te valla a querer, sino porque tú vas a sufrir y nunca vas a ser feliz.
-Cuando crees que todo a desaparecido. Cuando piensas que lo has olvidado. Cuando ya no lo sientes dentro de ti. Oyes su nombre y algo se activa dentro de tu corazón. Primero sonríes, luego te da igual, al final lloras. Vuelves a recordar cada momento olvidado. Vuelves a pensar lo bonita que era su sonrisa. Vuelves a ver sus ojos como los más bonitos. Vuelves a necesitarle para ser feliz.