Esta todo preparado, estás nerviosa, ¿Donde esta tu pareja?. Ah, está aquí. ¿Como salimos? Del brazo. Vale. Subes esas escaleras y conforme va aumentando la altura, vas viendo a una gran cantidad de gente. Todos mirándote, siguiéndote con la mirada. Estas ya en el escenario y tu sonríes. Andas hacia tu sitio con seguridad, como si fuera normal que todo el mundo te mire. Te colocas en tu sitio, va a empezar. En ese segundo muchas cosas te rondan por la cabeza ¿Y si llevo mal abrochada la falda y se me cae? ¿Y si se me desabrocha el zapato?¿Y si me equivoco?¿Y si me caigo?. Miras a tu pareja, te esta sonriendo, y eso te da seguridad. En ese mismo instante comienza la música y no hay vuelta atrás. Hay que bailar y darlo todo. Cinco minutos de jota. Cinco largos minutos de equilibrio, elegancia, precisión, coordinación y fuerza, sobre todo fuerza. Queda muy poco para que termine la jota, te pesan los pies, tu mirada se cruza con la de tu pareja. Estáis cansadísimos, pero en ese momento solo piensas en disfrutar de lo poco que queda. Sonríes, y haces como si no estuvieras cansada. Estas haciendo lo que te gusta y por ello, merece la pena sufrir. Entonces, termina. Sonríes, estás satisfecha de lo que has hecho. Coges de la mano a tu pareja saludas contenta y del mismo modo y con un montón de aplausos de fondo, bajas del escenario. Muchos sentimientos pasan por tu cabeza, pero una cosa está clara, te vas con un muy bueno sabor de boca y una gran sonrisa a casa.
PERSONAS MUY DISTINTAS, CON ALGO EN COMÚN,
LA JOTA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario